La isla de San Angustian

Esta ubicada en algún punto remoto del archipiélago indico, en latitud cercana al meridiano de Greenwich y a escasos kilómetros del Trópico de Cáncer.
Llegar a ella resulta una aventura prácticamente imposible, ya que dicen que las brújulas de los barcos enloquecen al entrar en el perímetro de sus costas. Los expertos atribuyen el fenómeno a su inusual ubicación geográfica, entre Trópico y Meridiano.

La isla, a simple vista, reúne todas las características de un paraíso onírico. Sus arenas blancas, sus aguas cristalinas, su rica vegetación, dan cuenta de ellos. En la isla no llueve, ni graniza, ni nieva y su temperatura media se mantiene en 24,5º los doce meses del año, razón por la cual no existen techos, ni puertas, ni ventanas en las casas.
Pero la imagen idílica se desvanece brutalmente, cuando uno entra en contacto con los habitantes de San Angustian:
Los angustiantes.
Los angustiantes son gente de estatura baja, piel bronceada y ojos extremadamente saltones. Visten de negro y no llevan zapatos, ya que ¿Quien necesita zapatos en un lugar en donde el frío no existe?
El angustiante, es de por sí un ser solitario, ya que el matrimonio, la relación de paraje y las relaciones sexuales están severamente prohibidos por el real código de angustia, ley suprema que gobierna y dirige el destino de los habitantes de la isla.
El angustiante no profesa ninguna religión, se declara ateo y nihilista, por lo que la idea de un Dios todopoderoso, les resulta hasta revulsiva.

En la isla, no existe un gobierno como tal, la política esta vetada y la única semejanza con una democracia occidental, es el uso del real código, cuyo dictado se la atribuye al primer ser humano que llego a los confines de la isla. Ciertamente la fecha del descubrimiento no es exacta, aunque los expertos estiman, que este debe haberse producido alrededor del año 1752.

Una de las características más asombrosas de esta isla, es la ausencia por completo de la noche.
Este fenómeno también podría atribuírsele a la insólita ubicación de la isla, aunque las investigaciones llevadas a cabo por científicos de la Universidad de Cambridge, todavía no pueden afirmarlo con certeza. Es por esta razón, que los angustiantes, viven presos de un insomnio permanente.
Por ultimo, cabe destacar que los angustiantes, fervientes lectores de la filosofía existencialista, viven pensando en el suicidio. Pero nadie se atreve a llevarlo a cabo, ya que quitarse la vida, constituye un grave delito penado con el exilio y destierro de la isla, por el Real código de angustia.